¿Te gusta beber alcohol? ¿Cuándo bebes? Cuando estás triste o feliz? Para celebrar?, ¿Cuando sales… con amigos, con tu pareja en casa? o solo o sola? En Chile tenemos un dicho “si no se comparte es vicio” 🙂 y literalmente quiere decir que si tomas alcohol o comes algo rico solo y sin darle a nadie es porque tienes un problema de adicción. Pero es solo una broma…
Para comenzar este episodio, les contaré que, en Chile, como en casi todo el mundo, conseguir alcohol es muy fácil… puedes ir al Supermercado, desde las 8AM hasta las 10PM en algunos casos… y si no quieres ir al Super, puedes encontrar estaciones de servicio, donde además de ponerle bencina a tu auto, puedes comprar comida y alcohol. Claro que es más caro que en un Super… Las estaciones de servicio en Chile tienen precios parecidos a los que puedes encontrar en los aeropuertos… También puedes encontrar botillerías en tu barrio… y digo botilleríaS con “S” porque a menudo no hay solo una… sino dos… o más.
Cuando comenzó la pandemia, las botillerías cerraron, pero algunas personas comenzaron a ofrecer despacho a domicilio… Fue un muy buen negocio.
Para poder vender alcohol en Chile, debes conseguir una patente especial y seguir algunas normas y leyes específicas. En cuanto a los precios… cada vendedor es libre de hacer descuentos o promociones y también puede cobrar un poco más si cree que debe… ya sea porque el lugar donde se ubica la botillería es caro…por lo tanto debe pagar un alquiler alto…o cualquier otro motivo. En Chile la “promoción” más común y comprada es una botella de coca cola más una botella de pisco y una bolsa de hielo… generalmente venden estas tres cosas juntas a un precio especial, con un poco de descuento, y es conocida por todos como “La promo”… así es que si te invitan a un carrete…o fiesta y te dicen, “trae una promo”, ya sabes que llevar.
Resumiendo, en Chile, como en CASI todo el mundo, funciona así: quieres beber algo, vas y lo compras. Claro, necesitas tener más de 18 años y lo más importante es no olvidar el hielo y la coca cola, si quieres una piscola heladita.
Pero en Suecia… todo esto es completa y absolutamente diferente… Por eso, este episodio es sobre mi “Tercer choque cultural, relacionado al consumo de alcohol en Suecia.
En nuestra primera semana en Suecia, quisimos regalarle un vino chileno a la dueña del AIRBNB donde nos hospedamos en Estocolmo, porque estaba de cumpleaños. Eran las 8:00 de la noche y fuimos al Super, ahí nos dimos cuenta que solo habían vinos sin alcohol y cervezas de hasta 3,5 grados de alcohol. Nos pareció extraño, pero lo entendimos… decidimos buscar una botillería en google y nos aparecio una llamada “Systembolaget” , que es la palabra sueca para decir Liquor store, o Botillería…. Y no había ninguna otra… ok… ahí supimos que Systembolaget es la única tienda en Suecia autorizada para vender licores con más de 3,5 grados de alcohol. La botillería está manejada por el estado Sueco, quien tiene el monopolio completo sobre las ventas de bebidas alcohólicas. Estas tiendas tienen que seguir unas reglas muy estrictas, por ejemplo, no pueden hacer publicidad, ni hacer ofertas, ni 2×1, ni vender “promos” como en Chile… Además, deben hacer campañas contra el consumo de alcohol… y por si fuera poco, el precio del alcohol es sumamente caro comparado con el resto de Europa o con Chile. Es algo así como: “OK, no queremos que compres alcohol, no queremos que bebas nada… pero si tanto lo quieres, te lo haremos difícil y caro, muy caro”. También piden el carnet de identidad, para todas aquellas personas que parecen tener menos de 20 años… a mi me lo piden siempre,ya ni siquiera espero a que me lo pidan, simplemente lo entrego… y tengo 32. Los vendedores están obligados a pedirte la identificación si no están seguros de tu edad, así es que igual lo tomo como un cumplido, supongo…
El horario de apertura es de Lunes a Viernes desde las 10:00AM hasta las 19:00PM, los Sábados abre por la mañana hasta las 15:00hrs y el Domingo está cerrado. Por lo tanto, como podrán sospechar, ese día en Estocolmo no alcanzamos a comprar el vino. Tuvimos que ir a la mañana siguiente. Y cuando fuimos, había fila para entrar… en la fila podías ver todo tipo de personas, mayoritariamente jóvenes, pero también unas cuantas personas sin hogar (homeless), que habitualmente van a comprar alcohol ahí. Es muy común ver a la gente comprando alcohol en la mañana ya que en la tarde después del trabajo puede estar lleno o simplemente no alcanzan a ir. Por lo tanto el consumo de alcohol debe ser programado, siempre.
Por estas razones es que Suecia y por lo que he escuchado, Noruega también, están a la vanguardia en políticas restrictivas para evitar el abuso del alcohol y bajar las tasas de alcoholismo en los jóvenes. Y parece haber dado resultado. Según la Organización Mundial de la Salud, Suecia y Noruega tienen las tasas más bajas de comas etílicos en la juventud.
Sin embargo, no han podido evitar que las personas viajen a otros países vecinos, como Dinamarca o Alemania a comprar bebestibles… a un mucho mejor precio…
Pero… ¿Por qué nace esta idea?
Todo parte en la antigüedad, cuando, debido a las condiciones climáticas del país y el estilo de vida, el consumo de alcohol por persona era de 45 litros al año, por lo que la gente se lo pasaba borracha…y no trabajaban. Pero luego, durante la Primera Guerra Mundial el consumo de alcohol fue muy controlado. Los bares y restaurantes tenían que llevar un registro del consumo de sus clientes. La población tenía un cupo de dos litros de alcohol cada tres meses y se prohibió la venta de cerveza. En 1955 el Estado decidió probar otra táctica – permitir el consumo libre pero la venta sólo en tiendas especializadas, y ahí nace la famosa “Systembolaget”. Durante los primeros años se disparó el consumo de alcohol en el país, a lo cual el Estado respondió poniendo unos impuestos muy fuertes sobre el alcohol…haciéndolo mucho, mucho más caro…hasta hoy.
¿Qué tal? Aunque para mi, como extranjera esta medida fue un choque cultural super grande, ya que varias veces me quedé con las ganas de tomar una copa de vino… tuve que aprender a programarme… a comprar una botella de vez en cuando, para tener siempre en casa… como la mayoría de los Suecos hace ya sin problemas… Aunque para ser honesta, me sigue doliendo lo caro que es todo, pero entiendo perfectamente el sistema… Si pensamos que el estado no busca prohibir una inofensiva copa de vino a la cena, sino que busca proteger a la ciudadanía del consumo de una sustancia adictiva, que trae consigo muchas consecuencias negativas, entre ellas pérdidas sociales y económicas, tanto para las personas como para la sociedad en general. Y si pensamos que el consumo de alcohol es uno de los principales factores de riesgo para la salud pública, al ser responsable anualmente de 3.3 millones de muertes en la población mundial. Puedo entender, entonces, que no se trata solamente de “prohibir” pero más bien de “proteger” y, como dije anteriormente, no es nada que un poco de organización no pueda solucionar. Así es que bueno, 3er choque cultural, superado.
Espero les haya gustado este episodio y ¡nos escuchamos pronto! Un gran abrazo…chau chau.